HISTORIA DE LA PLUMA CON LAMPARA

Todo empieza cuando el hombre tiene la necesidad de que su habitación fuera mejor, porque cuando se tiene un mueble de los más sofisticados y la decoración sea la más bella jamás estará completa sino tiene la iluminación completa.

Hay muchas piezas de iluminación que pueden alumbrar como los candelabros,  pero es difícil intentar tener algo nuevo, por eso el hombre se vio en la necesidad de crear otro tipo de lámparas que fueran menos iluminativas y que no afectaran al medio ambiente.

Antes de la invención de la luz eléctrica, las lámparas eran recipientes que contenían un líquido oleoso, que se hacía arder por medio de una mecha. Las lámparas griegas y romanas tienen su origen en Egipto, siendo hondas y redondas, con un mango y decoradas con rayas, palmetas y dibujos similares.

Los pueblos mediterráneos empleaban conchas marinas en el cuarto milenio a. de J.C. En los tiempos homéricos se colocaban sobre altos postes, braseros que se alimentaban con leña y astillas. Este tipo de brasero colgante se emplea en la India para ceremonias religiosas.

Las primeras lámparas fueron hechas en Europa, en la región del sureste de la unión europea, esta lámpara era casi perfecta para colocarse en una sala comedor, en un pasillo, o en un lugar donde se requiera una iluminación cálida y no muy intensa.

Este tipo de lámpara la llamó lámpara eos, la cual estaba hecha de plumas. Con el paso del tiempo, en las décadas de los setenta, en Inglaterra se mejoró esta lámpara y estaba hecha de plumas reales y se podía doblar con su transportación.

Este tipo de lámpara era el más idóneo para cualquier espacio de la casa, era llamativa y menos iluminativa.

Desde el gran invento de la lámpara-luminaria o lámpara de incandescencia, la electricidad es casi la única energía empleada en la iluminación y, por lo tanto, también en las lámparas y luminarias. El desarrollo de técnica de iluminación, además ha puesto en el mercado una serie de nuevas lámparas como las de descarga, el tubo fluorescente y sus derivadas, las compactas, o las LED, que consumen menos energía para el mismo flujo luminoso, hasta el punto de que en muchos países se ha prohibido la fabricación de las incandescentes.

HISTORIA DE LA CARTERA

Es  utilizado para guardar y llevar consigo billetes, tarjetas de identificación, carnés, tarjeta de débito, tarjetas de crédito tarjetas de presentación y otros artículos tales como resguardos, tickets, disponen de diversos compartimentos para introducir y localizar con facilidad estos documentos.

Las carteras fueron desarrolladas casi inmediatamente después de la introducción del billete en el Oeste en el siglo XVIII-en la Colonia de la Bahía de Massachusetts en 1690-. Antes de la introducción de la cartera, fueron utilizados los monederos  para almacenar monedas. Las primeras carteras fueron hechas sobre todo de cuero de vaca o de caballo e incluyeron una bolsa pequeña para las tarjetas de visita.

Los modelos modernos de carteras con "ranuras para múltiples tarjetas" alcanzaron su tamaño estándar a comienzos de los años 50 con la introducción de las primeras tarjetas de crédito en 1951. El diseño del billetero siguió sin cambios importantes a lo largo de la mayor parte de finales del siglo XX.

A medida que el uso de las carteras se fue  haciendo diario, se incorporaron    cordones  y cinturones para poder atarlas a las prendas. Las parisienes o venecianas eran unas bolsas que regalaban los hombres a sus futuras esposas llenas de monedas de oro y plata.

En general se entiende por cartera al pequeño utensilio rectangular de uso cotidiano, por parte de hombre y mujeres, confeccionado, en cuero, o material sintético, que puede contener divisiones destinado a guardar dinero, tarjetas personales o de crédito o débitos, pequeñas fotos familiares, etcétera, también llamada billetera, que puede guardarse en el bolsillo o dentro de un bolso, que también se denomina cartera, de tamaño variable y de uso más frecuentemente femenino, con manijas, en la cual la cartera o billetera comparte su lugar junto a otros elementos personales, como documentos, papeles varios, o llaves. La comodidad de las carteras para guardar objetos de uso personal ya fue reconocida en los pueblos de la antigüedad, siendo muy frecuente su uso en pueblos como Grecia y Roma. Luego fueron sus diseños adaptados a las distintas modas.